DEMOCRACIA GLOBAL
MOVIMIENTO POR LA UNIÓN SUDAMERICANA Y EL PARLAMENTO MUNDIAL
DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS
DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS
1. Considerando que la humanidad enfrenta desafíos de alcance mundial que afectan las condiciones de vida de todos y cada uno de los habitantes del planeta; y vista la existencia de una crisis que se expresa en múltiples dimensiones, ya sea como crisis ecológica, económica y demográfica, ya sea como pérdida de control de la tecnología y del monopolio de la violencia por parte de los estados nacionales.
2. Considerando que la revolución científico-tecnológica y la globalización de los procesos económicos han implicado profundos cambios sociales; y visto que generan un manifiesto desequilibrio de poder entre las organizaciones económicas globales y las instituciones políticas nacionales.
3. Considerando la progresiva dificultad de los estados nacionales para desempeñar las funciones para los que fueron creados y promover un mundo regido por la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad, y vistas las consecuencias de la erosión de sus capacidades en términos de pérdida de legitimidad de la democracia representativa.
4. Considerando que las acciones de las instituciones internacionales desconocen los principios democráticos que proclaman respetar; y vista su ineficacia para preservar la paz mundial, combatir el terrorismo global, evitar los abusos de poder de los estados más poderosos, liderar un proceso mundial de desarme, asegurar la vigencia planetaria de los derechos humanos, castigar imparcialmente los crímenes contra la humanidad, hacer respetar el estado de derecho y la ley internacional, desterrar la pobreza e impulsar la educación, la cultura y la ciencia mundiales en el contexto de la sociedad de la información y el conocimiento.
5. Considerando que en un mundo global no habrá espacio para las democracias nacionales sin construir democracia por encima de las naciones-estado en cada uno de los niveles en que es urgente adoptar decisiones políticas a la altura de los desafíos de la globalización; y visto que el encogimiento del espacio, el auge de la conectividad y el aumento de la interdependencia de todos con todos están configurando a la humanidad como unidad social fundamental y verdadera comunidad de destino...
Los miembros de Democracia Global (Movimiento por la Unión Sudamericana y el Parlamento Mundial) sostenemos que no habrá solución a los problemas y crisis globales sino a través de la construcción de una red de decisiones políticas globales basada en:
- el principio democrático, que proclama que todos los seres humanos tienen derecho a participar de las decisiones que afectan su propia vida
- el principio igualitario, que considera que esta participación debe basarse en el valor “un hombre = un voto” sin distinción alguna de “raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”, según lo establecido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (ONU, 1948)
- el principio institucional, que advierte que no hay democracia sin instituciones democráticas ni verdaderos derechos humanos sin instituciones universales responsables de su protección y promoción
- el principio representativo, que establece que todos los seres humanos tienen derecho a ser elegidos representantes y a elegir sus propios representantes - el principio parlamentario, que sugiere que el Parlamento es el corazón del sistema democrático y un modelo irremplazable de comunicación intercultural capaz de convertir el pretendido choque de civilizaciones en un diálogo civilizado
- el principio federal, que asegura la división del poder en diferentes niveles (municipal, provincial, nacional, continental, internacional y mundial), cada uno dedicado a la deliberación y resolución de cuestiones relativas a la propia dimensión y escala
- el principio de subsidiariedad, por el cual toda cuestión debe ser considerada en el nivel de decisión más reducido y local que sea capaz de asegurar la representación de todos los afectados y de proveer racionalmente a su resolución
- el principio de responsabilidad, que determina que las instituciones y los representantes deben rendir cuentas ante los ciudadanos y que los ciudadanos tienen obligaciones, y no sólo derechos
- el principio civil liberal, que exige el pleno respeto de la libertad de expresión, las
libertades individuales y los derechos humanos como base de la convivencia política y social
- el principio de la transparencia, que exige que las deliberaciones de las instituciones sean abiertas y sujetas al público conocimiento
- el principio de la paz, que señala que ésta es condición necesaria para la plena vigencia de los principios anteriormente enunciados
Por todo ello, nos pronunciamos a favor de:
* La creación de una Unión Sudamericana dotada de instituciones políticas y económicas continentales, desde el mercado común a la moneda única, desde una Constitución federal hasta un Parlamento y una Corte de Justicia, que concrete los sueños de unidad de los libertadores de sus naciones y las aspiraciones de sus habitantes a la paz, el desarrollo, la democracia y el progreso social
* La democratización de las instituciones internacionales, cuya estructura actual es producto del mundo de postguerra y cuyas limitaciones actuales favorecen a los estados más poderosos, las someten a su voluntad y las sumergen en la impotencia y el descrédito
* La creación de instituciones democráticas mundiales, comenzando por un Parlamento Mundial elegido directamente por los ciudadanos que sea capaz de legislar a favor de los intereses comunes de la humanidad, de proteger y generar bienes públicos mundiales, de promover la validez universal de los derechos humanos y de institucionalizar una ciudadanía mundial complementaria de las nacionales y basada en un profundo sentimiento de pertenencia a la comunidad humana universal
* La complementariedad y mutua dependencia de estos tres objetivos, y su carácter de aspectos interdependientes de la construcción de democracia y ciudadanía en todos los niveles, del municipal al mundial
El concepto de Democracia Global no debe ser entendido como desaparición de los estados nacionales en beneficio de la concentración de poder en instituciones mundiales burocráticas y centralizadas, sino como creación de una red subsidiaria de instituciones federales capaces de aplicar a escala supranacional los mismos principios que son hoy reconocidos como legítimos y efectivos en el nivel nacional. La unidad política y la igualdad de derechos no deben ser confundidas con la uniformidad lingüística, religiosa o cultural. La protección de todas las diversidades compatibles con el respeto de las minorías y de los derechos humanos, y la promoción del derecho individual y universal a ser diferente forman parte de los objetivos principales de un orden democrático global.
Por todo ello, nos pronunciamos a favor de:
* La creación de una Unión Sudamericana dotada de instituciones políticas y económicas continentales, desde el mercado común a la moneda única, desde una Constitución federal hasta un Parlamento y una Corte de Justicia, que concrete los sueños de unidad de los libertadores de sus naciones y las aspiraciones de sus habitantes a la paz, el desarrollo, la democracia y el progreso social
* La democratización de las instituciones internacionales, cuya estructura actual es producto del mundo de postguerra y cuyas limitaciones actuales favorecen a los estados más poderosos, las someten a su voluntad y las sumergen en la impotencia y el descrédito
* La creación de instituciones democráticas mundiales, comenzando por un Parlamento Mundial elegido directamente por los ciudadanos que sea capaz de legislar a favor de los intereses comunes de la humanidad, de proteger y generar bienes públicos mundiales, de promover la validez universal de los derechos humanos y de institucionalizar una ciudadanía mundial complementaria de las nacionales y basada en un profundo sentimiento de pertenencia a la comunidad humana universal
* La complementariedad y mutua dependencia de estos tres objetivos, y su carácter de aspectos interdependientes de la construcción de democracia y ciudadanía en todos los niveles, del municipal al mundial
El concepto de Democracia Global no debe ser entendido como desaparición de los estados nacionales en beneficio de la concentración de poder en instituciones mundiales burocráticas y centralizadas, sino como creación de una red subsidiaria de instituciones federales capaces de aplicar a escala supranacional los mismos principios que son hoy reconocidos como legítimos y efectivos en el nivel nacional. La unidad política y la igualdad de derechos no deben ser confundidas con la uniformidad lingüística, religiosa o cultural. La protección de todas las diversidades compatibles con el respeto de las minorías y de los derechos humanos, y la promoción del derecho individual y universal a ser diferente forman parte de los objetivos principales de un orden democrático global.
Así como las amenazas a la vida y la civilización son enormes y crecientes, también lo son las posibilidades y promesas creadas por la revolución tecnológico-económica. Su desarrollo es ya suficiente para que todos y cada uno de los seres humanos tenga una vida digna y a salvo de la miseria, el miedo y la opresión. Si esto no es así, la mayor responsabilidad recae en el deficiente sistema político-institucional, que pretende regular el mundo de los medios de comunicación digitales, de los mercados financieros globales, de la sociedad de la información, de las redes mundiales y de la revolución biogenética con métodos, instituciones y prácticas similares a las que eran efectivas en los tiempos del telégrafo y el tren a vapor.
Globalizar la Democracia es democratizar la Globalización. Ante la aparición de instituciones dotadas de poderes de alcance mundial como la Organización Mundial del Comercio, el Consejo de Seguridad de la ONU, la OTAN, el Fondo Monetario Internacional y el G8, la verdadera cuestión no reside ya en si un orden político global puede o debe ser creado, sino en si su carácter ha de ser elitista, opaco y centralizado como en el presente, o democrático, transparente y federal.
Para evitar todo riesgo de concentración y abuso de poder, las instituciones que regulen un orden democrático global deben ser constituidas por medios pacíficos y a través de un debate abierto del que participen todos los ciudadanos del mundo y todas las organizaciones democráticas de la sociedad civil mundial. Democracia Global convoca a todos ellos a unir sus esfuerzos a los nuestros a favor de su impulso y organización.
Democracia Global
Movimiento por la Unión Sudamericana y el Parlamento Mundial.
ADHESIONES a: democraciaglobal@ciudad.com.ar
ADHESIONES a: democraciaglobal@ciudad.com.ar
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